Éric Bailly terminó siendo uno de los fracasos de Pablo Longoria en el Marsella

Marseille's Ivorian defender Eric Bailly (L) fights for the ball with Montpellier's French forward Elye Wahi during the French L1 football match between Montpellier Herault SC and Olympique de Marseille (OM) at Stade de la Mosson in Montpellier, southern France, on January 2, 2023. (Photo by Pascal GUYOT / AFP) (Photo by PASCAL GUYOT/AFP via Getty Images)

El pasado verano, Pablo Longoria logró un nuevo gran golpe al ser cedido por el Manchester United, Éric Bailly. Cierto es que el defensa internacional marfileño llegó a Marsella con la etiqueta de un jugador físicamente frágil, pero que sigue dotado de un talento innegable. Probablemente el mejor, además, intrínsecamente de la plantilla del Marsella, actualmente tercero en la Ligue 1.

Sí, pero aquí está, su primera parte de la temporada estuvo jalonada de buenos gestos defensivos, pero sobre todo de desperfectos físicos, en la línea de sus últimas temporadas con los Red Devils.

El OM tenía que ayudarlo a recuperarse mejor de sus repetidas lesiones musculares menores para tener un gran Bailly para la segunda mitad de la temporada.

En Marbella, durante las prácticas durante el Mundial de 2022, la plantilla no corrió ningún riesgo con el central. Sí, entrenaba, pero aparte, en un pequeño campo contiguo al principal. Lugar donde también evolucionaron algunos elementos jóvenes marselleses llevados a hacer el número en el grupo.

Por lo tanto, reanudó los treinta minutos contra Toulouse, sesenta y cinco contra Montpellier, luego vino la Copa de Francia contra Hyères, en Martigues, fue expulsado por un gesto extremadamente peligroso, que envió a su oponente al hospital. Veredicto del Comité Disciplinario de la FFF: 7 partidos de suspensión. Un real calvario para el jugador del MU.

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