En 2013, el extremo del Bayern Múnich Franck Ribéry terminó tercero en el Balón de Oro, detrás de Lionel Messi y el ganador Cristiano Ronaldo. Un escándalo para muchos observadores, que consideraban al francés como el gran favorito, y 12 años después, el ex internacional francés todavía no entiende cómo se le pudo escapar el premio.
«Lo tuve todo menos eso ese año: la Champions League, el doblete Bundesliga-Copa de Alemania, el Mundial de Clubes, el título de mejor jugador europeo… Fue el año perfecto. No podría haberlo hecho mejor. Este Balón de Oro será para siempre una injusticia. Sigo buscando la explicación, aunque algunos me la hayan dado. Nunca entenderé por qué se retrasó el cierre de la votación más de dos semanas… Yo iba delante de los periodistas. Si la votación hubiera sido igual que hoy, habría ganado. Pero Messi y Cristiano Ronaldo siempre me mostraron respeto. Sabían que estaba en su mesa. Con toda humildad, en 2013, no tenía nada que envidiarles», declaró el exjugador bávaro en las columnas de L’Equipe este viernes.