Como anunció el Olympique Lyonnais, Fabio Grosso no pudo dirigir el entrenamiento del martes, dos días después de su lesión en el ojo al ser apedreado el autobús del Lyonnais ante el OM-OL. Pero el técnico italiano, al que le recetaron 30 días de ITT, aun así acudió al Centro de Formación de Groupama para asistir.
Llegó poco antes de las cuatro de la tarde, todavía con un gran vendaje en el arco izquierdo. Noticias tranquilizadoras, tanto sobre su estado físico como mental.
Lo mismo ocurre con su adjunto Raffaele Longo, también afectado en un ojo, que también se encuentra «mucho mejor», según L’Équipe.
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