Nabil Fekir protagonizó una de las imágenes más curiosas de la jornada durante el partido entre el Real Betis y el Villarreal. Al borde del descanso, le expulsaron por doble amarilla en cuestión de dos minutos. Se enfadó tanto que casi le da un balonazo al árbitro: lo pagó con el VAR.
Fekir se convirtió durante el partido del Betis ante el Villarreal en uno de los protagonistas para mal. Cuando quedaban escasos instantes para el descanso, fue expulsado por doble amarilla. Le amonestaron dos veces en dos minutos y, cuando tuvo que marcharse, perdió los nervios.
La primera amarilla la vio por protestar; la segunda, por un pisotón a Raúl Albiol. Para muchos, fue una autoexpulsión, pues el futbolista era totalmente consciente de que una entrada de ese tipo le iba a costar otra amonestación y que, por tanto, iba a tener que irse a las duchas.
Su reacción tras ver la roja se hizo viral pronto en las redes sociales. Cogió el balón e hizo el amago de darle al árbitro, aunque lo dirigió más bien al suelo. Este no tuvo otra opción que insistirle en que tenía que marcharse. De camino a los vestuarios, le propinó un puñetazo al monitor del VAR.
Esto último no ha aparecido en ningún vídeo en la red, pero todos los periodistas que cubrían el encuentro, como los de ‘El Partidazo de COPE’, informaron de que así sucedió. Queda el Betis a la espera de que LaLiga comunique si tomará algún tipo de medida al respecto.
Fuente: besoccer.com