FRANCESES EN EL MUNDO: Beauvue: «Griezmann es muy bueno, pero Benzema es otro nivel»

Cuando todos se han ido a la ducha después de dos horas de entrenamiento, a Claudio Beauvue (Guadalupe, 1988) todavía le quedan ganas de tirar a puerta durante media hora más, con un sol de justicia en Leganés.

Hace apenas un mes que el Celta lo cedió al club madrileño y él sabe que tiene que ganarse el puesto como delantero titular, más cerca después de su primer gol la pasada jornada. Al llegar a Vigo se rompió el tendón de Aquiles y estuvo 10 meses de baja, pero ni ahí perdió la sonrisa.

La religión le ayuda a levantarse y sus tatuajes le recuerdan de dónde viene. El más especial lo tiene en el brazo izquierdo, con la fecha de la abolición de la esclavitud en la isla caribeña donde nació, unas cadenas rotas y el volcán de su pueblo. Atiende a EL MUNDO antes de medirse este sábado al Atlético.

 Siendo francés, lo más lógico habría sido salir del Celta a su país, ¿no?

Es que yo soy de Guadalupe, un territorio francés de ultramar. Mi país es Francia también, pero desde que llegué a allí, cuando voy a un sitio nuevo me acostumbro.
¿Cómo empezó en el fútbol?
Salí a los 13 años de Guadalupe con un amigo que jugaba en Francia y tenía familia allí, me quedé a vivir con ellos. Mi madre me pagó el viaje en verano, quería irme porque mis padres se habían separado y yo me iba a volver loco. Todavía no entendía qué significaba que se separaran, pero yo era muy cabezón y esto era mi sueño.
¿Le dijeron alguna vez que no llegaría a ser profesional?
Sí, un entrenador me descartó en Nantes porque no le gustaba, pero seis meses después estaba en la convocatoria del Troyes para jugar en la Ligue 1. Me llamó y me dijo que quizá se había equivocado. Después, en Guingamp (27 goles en su mejor año) me volvió a llamar para decirme que era increíble.
¿Pensó que no daría el salto?
Sí, claro. Me di dos años, si en ese tiempo no conseguía ser profesional me volvería a casa a ayudar a mi madre, a trabajar en el sol y en la playa, tranquilo.
¿A qué dedicó su primer salario?
Se lo mandé a mi madre, a Guadalupe.
En Vigo eliminaron al Atlético en la Copa, ¿se acuerda?
Sí, es muy difícil. Un equipo hecho a la imagen de su entrenador, con mucha disciplina, y es muy jodido hacerle daño. Con el Toto (Berizzo) estudiamos bien ese partido.
¿Cómo se le gana?
Juntos, con ganas, con cabeza y escuchando la estrategia del míster. Jugamos en casa y cuando ataquemos habrá que hacer mucho daño para intentar hacer un gol y sacar como mínimo un punto.
¿En qué piensa uno durante 10 meses lesionado?
En volver, en mi cabeza tenía claro que cada dos meses había un objetivo. A veces fue muy difícil. A los siete meses no tenía la fuerza que necesitaba en la pierna. Estaba muy nervioso, pero volví a Francia para cambiar de ambiente, me ayudó a despejar la mente.
Dicen que al romperse el tendón de Aquiles se siente un hachazo.
Sí, a mí me pasó el día de mi cumpleaños. Jugamos contra el Betis, hice una carrera muy fuerte detrás de Orellana y escuché ¡Pum!, como un tiro. Me giré, no vi nadie detrás y ya supe lo que había pasado.
Pese a medir 1,74 metros, le llaman ‘air’ Beauvue.
Sí, porque salto mucho. Soy potente, rápido y rematador. No soy un jugador que regatee cuatro o cinco jugadores, pero en los últimos metros es donde me siento fuerte.
Griezmann le saca un centímetro, ¿qué le parece como jugador?
¿Ah, sí? Nunca hablé con él. Pero me parece un delantero muy bueno que quiere ponerse a la altura de Cristiano y Messi. Tiene la la cabeza fría y para la selección francesa es muy importante.
¿Es mejor que Benzema?
Uff, Benzema es otro nivel para mí. Son distintos, los dos pueden jugar juntos y también con Mbappé, sería ideal para Francia. Pero Benzema es increíble, entre los cinco o seis mejores del mundo.
¿Quién es el mejor jugador contra el que ha jugado?
Messi y Neymar. Neymar es pequeño, pero está muy fuerte. Si le haces una falta y se queda en el suelo está fortísimo, y además es rápido. Es como una pantera.
Usted dio el pase a Guidetti que casi les vale el pase a la final de la Europa League. El portero del United, Romero, pensó que tiraría. ¿Por qué no lo hizo?
No, en mi cabeza la jugada estaba clara. Vi a Guidetti solo y sabía que yo estaba muy cerca de Romero, que es muy grande y tapa bien la portería. Sabía que el pase no se lo esperaría nadie.
¿Qué es marcar un gol para un delantero?
Es todo, vivimos para eso. Soy un jugador de equipo, pero lo que más me pone contento es un gol. Cuando pasa, pienso en mi familia en Guadalupe: en mi madre, mis hermanos, mi abuela, y me da una alegría increíble.
¿La peor sensación del fútbol es que tener a su propio público en contra?
Eso es difícil, pero es peor que lo estén tus compañeros. Al público puedes cambiarlo con goles y algún partidazo. Además, con la afición estás cada dos semanas, con el vestuario todos los días.

Fuente: elmundo.es