A pesar de dos remontadas excepcionales, la selección de Francia perdió en la final de la Copa del Mundo contra Argentina (3-3, ficha 2-4). Una segunda derrota en la última etapa de la competición después de 2006. Como en Alemania, fue durante la tanda de penaltis que los Blues se resquebrajaron con los fallos de Kingsley Coman y Aurélien Tchouaméni, 16 años después de David Trezeguet.
Enfrente, los argentinos, al igual que los italianos, fueron despiadados con 0 intentos fallidos.
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