Más que aceptar una jubilación dorada en un campeonato exótico, tras su salida de la Fiorentina durante el último mercado de fichajes de verano, Franck Ribéry (38 años, 12 partidos en la Serie A esta temporada) aceptó el reto que le ofrecía la modesta formación de la Salernitana.
Pese a la difícil situación deportiva y económica del ascendido, que podría ser excluido de la Serie A por ciertas condiciones administrativas, el extremo francés asegura tener «todavía gasolina en el motor» y no tiene lamenta con respecto a su elección.
«Aquí siento todo el cariño de la gente. Es mi adrenalina. En la Salernitana, la afición no silba nunca. Son personas reales, siempre totalmente detrás de nosotros. Este ambiente me sedujo. Me gusta esto. Aquí hay una pasión mediterránea, como en Marsella. El otro guiño es que vestimos los mismos colores que Metz, mi primer club en la Ligue 1. Mi elección puede haber sorprendido a mucha gente. ¡Pero los que me conocen saben que sigo disfrutándolo! ¡Mi vida siempre ha sido un desafío. Sé que la misión de salvar al equipo es difícil. Pero haremos todo lo posible para lograrlo”, aseguró el norteño durante una entrevista al diario L’Equipe.
A mitad de temporada, y con un partido postergado, la formación de Campania tiene solo 8 puntos y ocupa el lugar en la zona roja de la Serie A, a ocho cuerpos del primer no descenso.
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