Algunos sin duda esperaban una fiesta más animada. Derrotada por la Argentina de Lionel Messi en Qatar, los jugadores de la selección de Francia regresaron este lunes al país y disfrutaron de un merecido paseo por la Plaza de la Concordia, en París.
La moral no tenía ninguna dote sombría para los franceses, que sin embargo sabían cómo dar sentido a las cosas. “Compartimos emociones fabulosas aunque la última nota sea cruel y duela”, explicó Deschamps, al micrófono de TF1. «Lo más importante es el reconocimiento de la afición», dijo Lloris, capitán de la selección de Francia.
“Ha sido muy tranquilo el camino de vuelta pero hay un orgullo por no haberlo soltado”, prosiguió el portero azulgrana. “Es genial porque el resultado es cruel, pero los franceses nos apoyaron”, explicó Olivier Giroud. “Solo es felicidad vivir estos momentos. Nos vamos a dar un fuerte abrazo y nos vamos de vacaciones a recargar pilas porque falta temporada».