El Barcelona llegaba al encuentro frente al Cádiz con cierto entusiasmo por lo mostrado en los últimos partidos. Pero la plantilla de Ronald Koeman volvió a mostrar su peor cara ante un rival que debió despachar.
Desorden táctico, pocas ideas y falta de gol, fue la tendencia del compromiso desplegado por el conjunto “culé”. Una situación que complica seriamente las posibilidades de conseguir el título de liga.
Antoine Griezmann, que volvió a jugar un partido desastroso, le dejó muy claro un mensaje al técnico holandés. El equipo, aunque parezca mentira, juega mejor sin Leo Messi. Los últimos partidos dejan los registros para esta arriesgada hipótesis.
Leo se ha quedado muy atrás en su juego. Griezmann y Koeman entrarán en un dilema de cara al futuro, cada vez son mejores los partidos donde el francés ha tenido la oportunidad de brillar sin la compañía del astro argentino.
Ousmane Dembélé y Antoine Griezmann parece que sin el argentino tienen más espacio para desarrollarse. Existe cierta amplitud en el terreno para ocasionar y crear más jugada de peligro.
El campeón del mundo y el ’10’ se manejan por la misma zona del campo y termina siendo el argentino llevando el accionar del equipo cuando ambos chocan en el terreno de juego. Es llamativo cómo Griezmann puede pasar de sentirse importante como en Hungría, a desaparecerse frente al Cádiz.
Fuente: futbolfrances.com