El Barça no tiene dinero, pero tiene ideas. Durante el último mercado de fichajes de verano, los blaugranas lograron fortalecerse enormemente sin gastar dinero en fichajes. Así, Ilkay Gudogan e Iñigo Martiez llegaron libres procedentes de Manchester City y Athletic de Bilbao mientras Joao Félix y Joao Cancelo dejaban sus maletas en forma de cesión.
Una estrategia eficaz para las finanzas y que debería volver a utilizarse en los próximos meses, en particular para densificar el centro del campo, con el sueño de Adrien Rabiot.
El internacional francés formado en el Paris Saint-Germain llega al final de su contrato en junio en Italia, y todavía no ha renovado su contrato en la Serie A.
A partir del 1 de enero podrá, si lo desea, comprometerse ya con libremente un nuevo club al que se incorporará en verano. En Barcelona somos conscientes de la inmensa oportunidad y como indica Sport, la puerta aún no está cerrada a una salida.
En 2019, los blaugranas ya lo habían intentado cuando se encontraba en una situación similar, pero finalmente llegó a la Juventus con una propuesta más atractiva económicamente.
El verano pasado, el Manchester United llegó con un gran sueldo, que el Duque rechazó, para ampliar en Italia. Quizás el dinero ya no sea necesariamente su prioridad, corresponde a los dirigentes del Barça venderle el mejor proyecto deportivo.
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