Parece que fue hace mucho tiempo cuando Lionel Messi aterrizó en Le Bourget frente a miles de personas que coreaban su nombre, inevitablemente felices de ver a uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol unirse al Paris Saint-Germain y la Ligue 1.
Lionel Messi (35) está lejos de haber ganado su apuesta a menos de dos años de su llegada. Incluso podemos decir que bajo el ímpetu del Pulga, el club capitalino probablemente esté viviendo una de las peores temporadas bajo la bandera del QSI.
Si bien todo parecía preparado para que la aventura parisina del campeón del mundo de 2022 continuara una temporada más según footmercato (está al final de su contrato el 30 de junio de 2023), y se había llegado a un acuerdo verbal en diciembre con las posiciones eran claramente distantes.
Hace un mes, una prórroga claramente no era la hipótesis favorecida, por el campeón mundial y su séquito. Las últimas semanas solo han reforzado este sentimiento, a pesar de las negativas regulares de su padre. Entre las demasiadas derrotas del PSG, la eliminación ante el Bayern de Múnich, una relación más que tensa con la afición y, sobre todo, un desencuentro con Christophe Galtier, la aventura parisina se complica seriamente.
Además, el martes, Lionel Messi abandonó prematuramente los entrenamientos tras negarse a participar en un ejercicio. El técnico parisino trató en vano de retenerlo ante los jugadores parisinos, estupefacto.
Inevitablemente, a la vista de estos elementos, Messi parece cada vez más lejos de la capital, aunque Christophe Galtier, a pesar de cierta enemistad por parte de su estrella, sigue valorando y defendiendo a Leo Messi. Y si la idea de unirse algún día a la MLS y más precisamente a Miami existe, ahora el clan Messi baraja otra opción que es regresar a Barcelona.
Aunque feliz en París, el séptuple Balón de Oro sigue nostálgico de la ciudad catalana y vuelve allí en cuanto tiene la oportunidad. Volver al Barça, a un club que conoce de memoria, sería una oportunidad de oro. Ya se han producido encuentros entre Jorge Messi y Joan Laporta. También se producen intercambios regulares entre la Pulga y Xavi.
Único problema y es de tamaño, las finanzas incruentas del club blaugrana. Ya en una gran dificultad para validar el nuevo contrato de Gavi, el Barça está escrutado de cerca por LaLiga y su presidente, Javier Tebas, que lleva a cabo un marcaje individual con el FCB.
Si las dos partes quieren volver a trabajar juntas, habrá que vender varios jugadores y descargar parte de la masa salarial para aspirar a recuperar la Pulga. Todavía estamos lejos de eso, pero el campeón mundial argentino obviamente sabe cada vez más dónde quiere jugar la próxima temporada…
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