Los barceloneses obtuvieron una gran victoria el domingo, sobre el césped del Villarreal (5-1). Suficiente para reconstruirse después de este fracaso europeo a mitad de semana contra el AS Mónaco, principalmente por la expulsión de Eric García al comienzo del partido.
Nuevo encuentro bien controlado por los de Hansi Flick, aunque es cierto que el marcador quizás sea un poco duro para el Submarino Amarillo, que creó numerosas ocasiones y lastimó en numerosas ocasiones a la defensa barcelonista durante el partido.
Aún pudimos comprobar el alcance del potencial ofensivo del Barça, privado de Dani Olmo, pero bien llevado por Robert Lewandowski, Raphinha y, sobre todo, Lamine Yamal.
La perla catalana no logró sacudir las redes, pero entregó una nueva clase magistral sobre el césped del Estadio de la Cerámica, con una nueva brillante asistencia a Raphinha, con un soberbio pie exterior para permitir al brasileño aparecer ante el portero rival y vencerlo.
Ya suma 4 goles y 5 asistencias en 7 partidos con el Barça en este inicio de temporada. Pero más allá del aspecto estadístico, fue su facilidad para marcar diferencias con el balón lo que volvió a sorprender ante el Villarreal, al igual que su madurez.
Efectivamente, estamos hablando de un jugador que celebró este verano su 17 cumpleaños y que ya da la impresión de jugar como un veterano.
También fue el jugador que más faltas provocó, incluidas dos fuertes intervenciones de los jugadores del Villarreal al final del partido que le valieron dos tarjetas amarillas.
Suficiente para confirmar los temores de la plantilla del Barça y de los medios catalanes sobre la forma cada vez más agresiva de defender a los defensores contrarios de la perla y, por tanto, el aumento del riesgo de lesión.
Pero con Lamine Yamal a este nivel, ¡el Barça puede imaginarse seriamente levantar el trofeo de Liga al final de la temporada!