Autor de un hat-trick en Reims (3-0) el sábado, Kylian Mbappé (24 años, 11 partidos y 13 goles en la L1 esta temporada) llevó a un Paris Saint-Germain que podría haber obtenido un peor resultado sin varios desfiles de su portero Gianluigi Donnarumma.
Sin embargo, el delantero parisino fue objeto de una reprimenda de su entrenador Luis Enrique tras el partido.
¿El técnico español apuntó a la falta de actividad defensiva de su estrella? ¿O su falta de influencia cuando el equipo parisino pierde el control del balón? En cualquier caso, tenía un mensaje que enviar al campeón del mundo de 2018. Lo que no debe haber disgustado a varios jugadores del PSG.
De hecho, L’Equipe revela en su edición de hoy que algunos compañeros del ex monegasco tienen la impresión de que juega sobre todo para sí mismo. No lo suficiente como para encender el vestuario, pero sí una sensación que quizás empujó al delantero parisino a jugar un poco más colectivamente en su discurso posterior al partido.
