El pasado mes de mayo, el Paris Saint-Germain formalizó la prórroga de Kylian Mbappé (23 años, 6 partidos y 7 goles en L1 esta temporada) hasta 2025, poniendo así fin a un culebrón interminable en torno al futuro del delantero francés. Después de meses de suspenso, la afición parisina seguramente pensó que estarían tranquilos durante unos dos años. Pero es probable que el futuro del campeón mundial vuelva a estar sobre la mesa más rápido de lo esperado.
Como reveló L’Equipe, Mbappé en realidad solo firmó un contrato de dos años, con un año adicional opcional. Este último no puede activarse sin la voluntad del jugador, lo que significa que Paris SG no tiene control. Está claro que el club capitalino corre el riesgo de enfrentarse a un nuevo dilema el próximo verano: convencer al ex monegasco de que amplíe su tercer año opcional o se plantee una venta para no arriesgarse a empezar gratis en 2024.
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