Más allá de su amistad con Neymar o su buen rollo, los galones del brasileño se cimentan en su rendimiento deportivo, que está sorprendiendo gratamente tanto a sus compañeros como a la afición del líder de la Ligue 1.
Pensaban que venía a París a un retiro dorado, pero se han dado cuenta de que sigue siendo el jugador vital que fue en sus tres anteriores clubs: Juventus, Barça y Sevilla.
En el último encuentro en Angers, Dani sirvió dos asistencias de gol a Mappé y Draxler y L’Equipe escribe que «cuatro meses después de su llegada, da la impresión de haber sido siempre parte del paisaje parisino».
Y para corroborarlo, aporta datos: el PSG ha ganado los once partidos en que Dani ha sido titular, con un balance de 40 goles a favor y tan solo tres en contra.
Su juego, además, se ha adaptado a las necesidades de sus compañeros y parece el jugador que fue capaz de dar 102 asistencias de gol en 391 partidos con el Barça de Messi.
LOS CUATRO PULMONES
Sus rivales, como Gilles Sunu, delantero del Angers, quedaron sorprendidos de su liderazgo. «Realmente hasta le gritó a Thiago Silva. Era el jefe», explicaba.
Y desde dentro del vestuario cuentan que «lo que más impresionó a la mayoría de los jugadores desde su llegada, especialmente a los jóvenes, es que tiene cuatro pulmones, una energía increíble».
Se recuerda, además, que los dos empates en la LIgue 1 ante OM y Montpellier se produjeron sin el concurso de un Alves que, como siempre, es el ‘loco’ del vestuario con sus bromas, gritos y bailes incontrolables.
En el club también le profesan mucho respeto al que ya llaman ‘O Monstro’. «Dani es un tipo especial, un muy buen chicho, muy profesional. Tienen una mentalidad ganadora, no acepta perder ni en un partido ni en un entrenamiento», dice de él el propio Thiago Silva.
Igualmente se valora su actuación en el ‘penaltigate’ cuando actuó como intermediario y catalizador del grupo en el conflicto entre Cavani y Neymar.
Fuente: sport.es
