El Saint-Étienne comenzó el curso derrotando por 1-2 al Dijon, pero desde entonces no sabe lo que es la victoria y se ha sumergido en una crisis que le ha llevado a ser el farolillo rojo de la Ligue 1.
El Olympique de Lyon ha iniciado esta temporada 2019-20 plagado de dudas. Sus nueve puntos en ocho partidos (consiguiendo solamente tres en los últimos seis choques) han encendido las alarmas en el Ródano, pero no son las únicas.
Y es que sus vecinos del Saint-Étienne están, aunque parezca imposible, mucho peor.
Al igual que el Lyon, ‘Les Verts’ iniciaban la campaña con grandes aspiraciones, pero las primeras jornadas han supuesto un golpe de realidad.
El conjunto de Ghislain Printant comenzó ganando su primer compromiso ante el Dijon, pero después todo han sido disgustos.
Dos empates y cuatro derrotas adornan su casillero desde entonces. Méritos suficientes para ser el colista del campeonato.
El Saint-Étienne necesita reaccionar ya sí o sí y el duelo ante el Nimes supondrá un auténtico punto de inflexión para intentar salir de una crisis que tiene al Ródano en estado de alerta.
Fuente: besoccer.com