El PSG ni olvida ni perdona. El conjunto galo sigue indignado con el Barça tras los roces de los últimos veranos en los despachos y es por esto que, ahora con una estrategia diferente, busca torpedear al conjunto azulgrana. Nasser Al-Khelaïfi tiene entre ceja y ceja los intentos frustrados de Bartomeu de llevarse a Thiago Silva, Marquinhos, Verratti y Rabiot, a lo que hay que añadir su reciente ira por haber hincado la rodilla con Frenkie de Jong, que la próxima temporada vestirá de azulgrana.
Hasta la fecha, el jeque catarí venía cumpliendo un patrón definido en su búsqueda de la venganza con el Barça. Al sentirse amenazado con varios de sus jugadores importantes, especialmente en la posición de central, Al-Khelaïfi reaccionó yendo al ataque. Movió ficha por Rakitic, por Jordi Alba (antes de fichar a Juan Bernat) y más recientemente por Dembélé y Coutinho. La intención del jeque era pagar con la misma moneda que el Barça. Con una diferencia, que el PSG sí puede permitirse económicamente arrebatarle jugadores a los culés. Sirva el duro golpe con Neymar de ejemplo, mientras que todos los intentos de la directiva azulgrana han tenido el mismo resultado: el fiasco.
Sin embargo, el fichaje de Frenkie de Jong ha sido la primera gran victoria de Bartomeu y su junta. El ‘gol’ del presidente azulgrana pone las tablas en el marcador de la guerra fría y neutraliza el de los galos con Neymar. Pero el conflicto no acaba aquí.
De hecho, el PSG ya instauró una nueva fórmula para perjudicar al Barça antes del fichaje del centrocampista holandés. Ésta no es otra que la de subirse al carro de todos y cada uno de los nombres que peina la secretaría técnica culé: De Jong, De Ligt, Jovic…
Naturalmente, los tres casos citados corresponden a grandes y emergentes jugadores, por lo que es normal que los mejores clubes se interesen por ellos. Sin embargo, teniendo en cuenta lo muy cubierta que tiene el equipo de Tuchel las posiciones de central y delantero, que los galos se hayan entrometido en las operaciones de De Ligt y Jovic solo responde a un motivo: su deseo de encarecer el precio del traspaso.
A la espera de lo que ocurra en el mercado de verano, donde Al-Khelaïfi tendrá que desgastarse con el futuro de Neymar y Mbappé y los constantes rumores que llegan desde Madrid, la guerra fría entre Barça y PSG sigue librándose sin tregua. Y el presente seguro que no es el último capítulo…
Fuente: sport.es