Tras dimitir después de sólo dos meses, Marcelino tendrá recuerdos muy variados de su etapa en el Olympique de Marsella. El técnico español cree que el entorno que rodea al club de Marsella es demasiado perjudicial para implementar un proyecto viable.
«Pasé veinte años como entrenador, y casi veinte años como jugador profesional antes, y nunca había visto esto en mi vida. Y no creo que lo vuelva a ver. Al menos eso espero. Es una forma de proceder muy alejada de lo que debe ser la realidad en 2023, en un país civilizado. El fútbol es pasión, vale, pero hay límites», juzgó el directivo ibérico para L’Equipe.
«Vivir los partidos en casa en el Vélodrome es mágico, de verdad, es diferente a todo lo que he vivido. Entonces la afición anima, los entrenadores trabajan y, al final de la temporada, hacemos las cuentas. Pero no después de dos meses. Esto parece significar que todo fue orquestado con mucha antelación. Los clubes deben evolucionar, no retroceder. Y el OM, como lo demuestran los resultados desde hace tiempo, es un club que, en lugar de evolucionar, retrocede», finalizó Marcelino.
futbolfrances.com