Aún igual de valioso en el mediocampo del Paris Saint-Germain (cuando no está lesionado o sancionado), Marco Verratti, sin embargo, conserva una gran falla en el fútbol moderno. No es un jugador de estadísticas.
Desde su llegada a Francia en 2012 procedente de Pescara, el pequeño centrocampista solo ha acumulado 9 goles en 358 apariciones con el club de la capital. Con el tiempo, se ha convertido más en una burla que en un problema real, especialmente cuando tienes estrellas tan ofensivas en el equipo.
A sus 29 años y para su décima temporada, el italiano no tiene necesariamente la intención de cambiar las cosas, cuyo último gol con el PSG se remonta a un enfrentamiento ante el FC Nantes en la Copa de Francia en abril de 2019.
«Dicen de mí que no me centro en las estadísticas y que no salgo al campo con la idea de meter goles», descifra Verratti en una entrevista con los medios de su club.
“Pero eso es normal, porque antes que nada quiero que el equipo juegue bien y que ponga a los atacantes en las mejores condiciones posibles. Este es mi primer papel. Después de eso, por supuesto, los objetivos son importantes. Por eso creo que necesito mejorar esto. Si puedo meter 4 o 5 goles por temporada, eso ya será una mejora. Necesito hacerlo mejor y tal vez pensar un poco más en ello. Pero estoy feliz. Y espero que Gana (Gueye) y Ander (Herrera) también sigan marcando así porque es importante ver a los defensas y mediocampistas meter goles”.
El desafío está en marcha.
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