Durante la victoria ante el Celta de Vigo (5-2, p.e.) del pasado jueves en Copa del Rey, el delantero del Real Madrid, Kylian Mbappé (26 años, 18 partidos y 12 goles en La Liga esta temporada), celebró su gol disparando al escudo merengue sobre su camiseta antes de mirar fijamente a los aficionados y agitar su dedo índice como si dijera «no».
¿Una respuesta a los silbidos de la multitud del Estadio Santiago Bernabéu hacia su compañero de equipo Aurélien Tchouaméni? La respuesta es sí.
«¿Lo que quería decir? Es muy sencillo, que estemos todos unidos. Entiendo los pitos, no hay problema, pero no hay que perder la unidad. Necesitamos que todos los madridistas y ganemos y escribamos una página en la gran historia del fútbol», dijo el internacional francés en rueda de prensa este martes.