La relación entre el Ayuntamiento de París y el Paris Saint-Germain se está desmoronando con el paso de las semanas. El club capitalino quiere comprar el Parque de los Príncipes, sede del equipo de Isla de Francia, algo que el ayuntamiento no quiere.
Las negociaciones se han estancado y las discusiones se han roto. Y como informa el periódico L’Équipe, los funcionarios electos ya no son invitados a los partidos en el Parque de los Príncipes. El diario informa incluso que Anne Hidalgo, la alcaldesa de París, propuso a un tercero renovar sus vínculos con el PSG.
De hecho, habría pedido a Nicolas Sarkozy, cercano al presidente Nasser Al-Khelaïfi, que actuara como intermediario entre los dos bandos. Por el momento, no se han conseguido los resultados esperados. Prueba de ello son las declaraciones del técnico del PSG en los últimos días, alegando racismo.
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