Ya privados de los ingresos que dejan las diferentes taquillas debido a los partidos que se juegan a puerta cerrada impuesto por la epidemia de coronavirus, los clubes de la Ligue 1 ahora temen las consecuencias económicas del incumplimiento del contrato entre Mediapro y la LFP.
No se sabe todavía quién tomará la batuta tras el comportamiento irregular de Mediapro y quién se hará cargo por consiguiente de las deudas. El ambiente es oscuro con referente al futuro de los derechos audiovisuales del futbol francés.
La Liga del Fútbol Profesional (LFP) maneja algunas opciones para salir a flote, pero mientras tanto los clubes de la Ligue 1 y Ligue 2 siguen sufriendo a la espera.
Este es el caso de Nîmes, donde el presidente. Rani Assaf, teme que «ya no podrá pagar los sueldos de sus jugadores si el dinero de los derechos televisivos no cae en marzo», reveló este viernes el diario deportivo “L’Equipe”.
Si bien los ingresos excluyendo transferencias de los “Crocs” dependían en un 70% de los derechos audiovisuales para la temporada 2018-2019, por ejemplo, el club “Gard” podría encontrarse en una situación financiera insostenible en el 2021.
Ante un contexto delicado, Nimes ya han puesto fin a sus bonificaciones por victorias y empates, es decir, un déficit de unos 10.000 euros por jugador.
