La crisis está lejos de terminar al frente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). De hecho, el presidente interino, Pedro Rocha, que sucedió a Luis Rubiales tras el escándalo del beso forzado a Jenifer Hermoso al margen de la final del Mundial femenino ganada contra Inglaterra (1-0), en agosto pasado, también fue imputado en un caso de corrupción. , reveló la justicia española.
La causa son irregularidades en los contratos firmados por la RFEF durante los últimos cinco años que dieron lugar a numerosos registros en marzo en la sede de la Federación pero también en Rubiales.
El hombre de 69 años se desempeñó como vicepresidente antes de su ascenso.
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