Desde la revelación de su positivo en un control antidopaje durante el partido entre Udinese y Juventus el 20 de agosto, Paul Pogba se encuentra todavía estancado en una carrera ya complicada por sus problemas legales, debido a su caso de intento de extorsión, pero también a sus lesiones.
El centrocampista de la selección francesa y de la Juventus, que ya no puede entrenar con su club y que cobra el salario mínimo tras su suspensión provisional, espera ahora que se decida su caso.
Tuttosport ha hecho balance del caso en las últimas horas, asegurando que el tribunal nacional antidopaje no decidirá antes del 15 de febrero.
Pero mientras la fiscalía pedía la pena más severa, cuatro años de suspensión, Paul Pogba prepara su contraataque.
Según el diario italiano, Pogba habría contratado los servicios de un ejército de abogados ingleses para preparar su defensa con la esperanza de obtener una reducción de su pena que cambiaría todo para el resto de su carrera.
Mientras tanto, Pioche se ocupa de sus tres hijos y también trabaja en el negocio de su padre, mientras se mantiene en contacto con la Juventus, en particular felicitando a sus socios por Whatsapp tras la última victoria contra el Lecce.
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