Saint-Etienne validó su ascenso a la Ligue 1 gracias a un empate en la prórroga ante Metz

Al final de un partido lleno de intriga, el AS Saint-Etienne validó su ascenso a la Ligue 1 gracias a un empate en la prórroga sobre el césped del FC Metz (2-2 después, 2-1 en la ida), este domingo, durante el partido de vuelta.

El encuentro empezó muy mal para los Messins con la expulsión, en el minuto 6, de Diallo por una gran falta en la pierna de Appiah. Esta tarjeta roja, sin embargo, no apagó el entusiasmo de los Granates, al contrario. Apoyados por su público, los jugadores de Laszlo Bölöni encontraron una motivación adicional después de este giro del destino y Camara aprovechó un envío descontrolado de Udol para hacer estallar al Saint-Symphorien (1-0, 17º).

Diez contra once, los Messin siguieron presionando para lograr la ruptura en el primer acto. La cosa se hizo ocho minutos después de la apertura del marcador gracias a un gol de Mikautadze de un penalti obtenido (2-0, 25). Suficiente para hundir un poco más en la locura al público de Saint-Symphorien. Pero los Verts se despertaron y Pétrot calmó esta locura reduciendo la distancia con un rebote desprevenido en un córner desviado tras un cabezazo de Moueffek en el primer palo (2-1, 35).

Mucho mejor al final del primer acto, el ASSE continuó su impulso tras el descanso y pensó en recuperar la ventaja en ambos enfrentamientos con el empate de Maçon en el minuto 65. Pero este gol finalmente fue anulado por el VAR por una falta poco clara de Sissoko, que había provocado la caída del defensa Udol tras chocar con Oukidja.

El señor Brisard, con toda probabilidad, consideró que el stéphanois había levantado una pierna en su caída para impedir que su oponente interviniera en el golpe de Maçon.

Valientes, los Messin sufrieron mucho y Oukidja retrasó el tiempo con un disparo de Mbuku que acababa de driblar a cuatro rivales. Pero los treinta minutos suplementarios de la prórroga, tras un partido disputado y con inferioridad numérica, resultaron fatales para los locales que estaban al límite físico.

Perfectamente servido por Mbuku, Wadji entregó a los Verts marcando su primer gol de la temporada (2-2, 117º). ¡Pero qué gol! Simplemente envía al Saint-Etienne a la Ligue 1.

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