Colgado ante el Rennes (2-2) el sábado durante la 5ª jornada de la Ligue 1, el Lille volvió a dejar escapar un partido que le tendía los brazos. Prueba de que la defensa norteña necesita mucho la experiencia de Samuel Umtiti (29 años, 2 partidos en la L1 esta temporada). Pero el internacional francés, que conoció su primer mandato, mostró humildad.
«Cada uno aporta su experiencia. Yo no soy Dios mío”, atemperó el exjugador del FC Barcelona en zona mixta.
“¿Voy a cambiar todo? No. Tenemos que escuchar todos, yo y Leny (Yoro, 17 años) cuando hablemos en el campo. Le dije que no nos importa la edad. Él también debe hablar, porque desde atrás lo vemos todo. Este equipo necesita madurar. Eso pasó el año pasado también después de estos errores. Tengo que traer mi pequeño extra para que el equipo entienda que para ganar partidos hay que ser un perro’ a veces. Y que el deporte bonito nos importa un poco», dijo.
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