El Paris Saint Germain ya no quieren la asociación Mbappé, Messi y Neymar. Tal y como reveló RMC Sport hace unas semanas, uno de los tres debería abandonar la capital la próxima temporada. Según la mencionada fuente en el día de hoy y su información, se trata de Lionel Messi. Salvo que la situación cambie, el argentino se marchará de París.
Es casi una sorpresa si miras por el retrovisor, pero para la temporada 2023/24 el número 30 debería ser para un joven del Paris Saint-Germain y no para el siete veces Balón de Oro. Sin embargo, hace unos meses, cuando Lionel Messi voló a Qatar y al Mundial de 2022 en noviembre, la tendencia fuerte era la extensión de la Pulga en el PSG, pero todo cambió.
La situación era sencilla, está llegando a su fin de contrato en junio con una opción de un año, que se puede activar con el acuerdo de ambas partes, solo queda ponerse de acuerdo. A finales de 2022, por tanto, tras un título mundial cosechado en Qatar, la dirección deportiva del PSG y Leo Messi habían llegado a un acuerdo total. Este acuerdo se refería especialmente al salario del jugador, que era más o menos idéntico al que gana actualmente.
Un acuerdo, tal vez, pero nunca hubo firma. Lionel Messi se fue a celebrar su título en Argentina, celebraciones que harán guiñar el ojo a los seguidores del PSG. A su regreso a París, nunca se firmó lo pactado verbalmente. Peor aún, los lazos entre las dos partes se han vuelto tensos. Tensiones ligadas al rendimiento del jugador, bastante lejos de las que le permitieron alzarse con el título de mejor jugador de la Copa del Mundo, al igual que el entorno de Lionel Messi, que siempre buscó un mejor contrato.
De manera más general, en el PSG se cuestiona el accionar del jugador. Por no hablar de separarse de él y reducir la nómina, lo que no es para nada un detalle en la mesa del PSG. Doha no da la vuelta a la tabla decidiendo priorizar la prórroga de Lionel Messi, el futuro del argentino no se escribirá en París.
Seguir en París, ya no hay la prioridad por el siete veces Balón de Oro. Los recientes abucheos en su contra, un año después de los posteriores a la eliminación del PSG en Champions ante el Real Madrid, son un episodio más en la relación de vaivén entre Messi y el entorno parisino. Sobre todo porque su club de toda la vida, el FC Barcelona, le llama con el pie y ya no lo esconde, aunque el arreglo económico allí también promete ser bastante acrobático dadas las dificultades presupuestarias del club catalán en los últimos meses.
