La selección francesa, vigente campeona del Mundo, dio un paso casi definitivo hacia la Eurocopa de 2020, tras imponerse este viernes por 0-1 a Islandia, en un gris encuentro, gracias a un solitario tanto de penalti de Olivier Giroud en la segunda mitad.
En nada se pareció el duelo al encuentro de cuartos de final que estos dos mismos equipos protagonizaron en la última Eurocopa y que concluyó con una contundente victoria francesa por 5-2, no tardó en darse cuenta de que en poco o nada iba a parecerse el choque de Reykjavik con el disputado hace tres años en París.
Si entonces Francia tan sólo necesitó cuarenta y cinco minutos para acabar con el sueño del conjunto nórdico, tras anotar cuatro tantos (4-0) antes de llegar al descanso, este viernes los de Didier Deschamps necesitaron casi el mismo tiempo para disparar por primera vez a gol.
Y no fue porque el equipo islandés le disputase el esférico al conjunto galo, que monopolizó casi por completo el balón, sino por la falta de ideas ofensivas del equipo francés, que no encontró la manera de desenmarañar el tupido sistema defensivo de los locales.
Con Corentin Tolisso desaparecido y Moussa Sissoko, sustituto de urgencia de Ngolo Kanté, que se lesionó durante el calentamiento, sin espacios para desplegar su poderío físico, Francia fue incapaz de hacer entrar en acción a sus jugadores ofensivos.
Tal y como reflejó el hecho de que los dos únicos disparos del conjunto francés en los primeros cuarenta minutos de juego fueran obra de los laterales Benjamin Pavard y Lucas Digné, que lo intentaron desde lejos sin fortuna.
Fuente: enlaraya.com