¿Asunto de Estado? La espantada de futbolista del PSG Adrien Rabiot, valor ascendente aunque inconstante del fútbol francés, ha llegado al Palacio del Elíseo. El portavoz del Gobierno francés, Benjamin Griveaux, intervino el miércoles, durante la tradicional rueda de prensa al término del Consejo de Ministros, en la polémica que agita los preparativos del Mundial de Rusia. Rabiot, mediocampista de 23 años, ha enviado una carta a la Federación Francesa de Fútbol rechazando figurar como suplente a la lista de 23 seleccionados titulares. “Pienso que, cuando uno tiene el honor de llevar la camiseta tricolor y defender los colores de su país, se responde ‘presente’, sea cual sea el puesto propuesto”, reaccionó Griveaux.
La autoexclusión de Rabiot obedece a su decepción ante la decisión del seleccionador, Didier Deschamps, de apartarlo de los seleccionados, y al mismo tiempo incluirlo entre los once reservistas que deben estar listos para remplazar a cualquier jugador lesionado entre ahora y el 4 de junio. Esta es la fecha en que las selecciones que participan en el Mundial deben comunicar a la FIFA la lista final de los seleccionados. Deschamps prefirió al sevillista Steven Nzonzi en su posición.
Figurar en la lista B obligaba a Rabiot a seguir un programa de entrenamiento por su cuenta, mientras que sus colegas se concentraban en las instalaciones federativas de Clairefontaine, al suroeste de París. La respuesta es, para algunos, el equivalente a una deserción y a una injuria a este especie de símbolo o espejo de la nación que, con todas sus imperfecciones y paradojas, representan hoy las selecciones deportivas.
El caso Rabiot monopolizó la primera rueda de prensa del entrenador en la concentración. “Me ha sorprendido, claro”, admitió Deschamps, antes de considerar que entendía la decepción pero que la consideraba un error. “Espero que esto le permita madurar, reflexionar”, dijo. “En el alto nivel no hay espacio para los sentimientos, hay que ser profesional en toda circunstancia”. No está claro si la FFF tomará alguna medida punitiva en contra de un jugador que ya ha demostrado en otras ocasiones su carácter caprichoso y conflictivo.
Como recordaba este miércoles el diario L’Équipe, en varias ocasiones ha amenazado a su club, el Paris Saint-Germain, con marcharse si no aumentaban sus minutos de juego o si seguía jugando como medio defensivo. Esta vez, recuerda el mismo medio, “[Rabiot] ha asumido un riesgo considerable para la continuación de su carrera internacional”. No le ayuda haberse topado con una personalidad como Deschamps, poco proclive a aceptar los chantajes de sus pupilos. Conocido es el enfrentamiento que le opone desde hace años con el madridista Karim Benzema, excluido cuando fue imputado en 2015 por un escándalo sexual, y nunca más convocado después de que el futbolista acusase al entrenador de “ceder ante la parte racista de Francia”.
En Francia, que este año conmemora el vigésimo aniversario de su única victoria en un Mundial, con la bandera no se juega. Con la selección, tampoco.
Fuente: elpais.com