Negociar con el PSG nunca fue fácil y, para el Barça, siempre ha sido imposible. La operación retorno de Neymar se veía una quimera hace unas semanas, pero la determinación del futbolista hizo estallar al club francés abriéndole la puerta y, ahora, asumiendo un inicio negociador.
Todo el asunto es extremadamente delicado, pero ya ha habido algún avance. Los primeros tanteos del Barça, a través de intermediarios, se encontraron con la fría respuesta de un PSG que exigió de entrada 300 millones de euros por desprenderse del jugador. La cifra, en estos momentos, ya se ha rebajado a los 180 millones y hay margen para seguir hablando, aunque el PSG sigue advirtiendo que solo acepta cobrar en cash y no quiere ni oír nada sobre un canje de jugadores.
Los avances del Barça siempre han encontrado buena predisposición en el director deportivo del PSG, Leonardo. El brasileño es de la opinión que Neymar debe salir del PSG porque su continuidad será nociva para el equipo, pero que su traspaso debe ser justo para el club parisino.
El PSG invirtió 222 millones de euros en firmarle y solo le restará sus dos años de amortización sumando alguna cantidad para tener una pequeña plusválua sobre el jugador. Ese es el camino que señala el club galo al Barça aunque, evidentemente, las cifras están muy alejadas de las posibilidades barcelonistas salvo que entren jugadores de por medio.
no al intercambio Tanto el entrenador del PSG, Thomas Tuchel, como el propio Leonardo han estudiado todos los escenarios posibles y son de la misma opinión que los propietarios del PSG: Un intercambio para abaratar la salida de precio dejaría al equipo parisino como claro perdedor.
El Barça había dibujado diferentes escenarios, con Coutinho como máximo candidato a un intercambio, pero el PSG se mantiene firme y solo quiere dinero. La salida de Neymar le permitirá cumplir con el ‘fair-play’ financiero y le daría la posibilidad de fichar a dos jugadores de primer nivel. Y esos jugadores quieren escogerlos ellos.
El Barça solo ha ido realizando tanteos y lo único que tiene claro es que el PSG está gestionando un problema de primer orden. Neymar se puso en rebeldía y no tiene intención de seguir un año más en París, por lo que al final habrá que buscar fórmulas imaginativas para que ese retorno a Barcelona sea posible.
El canje de futbolistas es una de las condiciones innegociables porque el Barça necesita aligerar fichas para no disparar su masa salarial. Y, además, el pago restante de la operación debería ser aplazado para que el club blaugrana tenga margen financiero suficiente.
El futbolista está siguiendo todos los movimientos desde la distancia, aunque su entorno se muestra absolutamente convencido de que acabará en el Barça esta temporada. No dará marcha atrás en su pretensión de salir del PSG y solo quiere jugar junto a Messi y Suárez en el Barça. El futbolista era plenamente consciente de los riesgos que tenía su decisión, pero está dispuesto a ir a la lucha hasta el final. Y ese es el gran aliado que tiene el Barça para acabar cerrando la operación.
Fuente: sport.es