“Yo he vivido dando tumbos, rodando por el mundo y haciéndome el destino…”. Cuando Homero Expósito compuso el tango Que me van a hablar de amor, en 1946, debió haber imaginado que algún día se cantaría en Francia. Lo que seguro nunca pensó es que el intérprete no sería el recordado Julio Sosa, a quien se le atribuye la mejor versión, ni siquiera Roberto Goyeneche ni Edmundo Rivero. La estrella, ante un reducido aforo integrado por todo el plantel del club de fútbol Lille, fue el loco Marcelo Bielsa. Es que el exentrenador de la selección argentina guarda consigo todo un abanico de recursos que no duda en poner en práctica a la hora de la motivación.
Y si bien no tuvo a su lado a Héctor Stampone, el músico ya fallecido que compuso la melodía en cuestión, Bielsa dejó por un rato de lado la seriedad que lo caracterizó en Argentina y también al frente del combinado nacional chileno y cantó a viva voz algunas estrofas. En rigor de la verdad, es necesario aclarar que como cantante es un gran entrenador. Al finalizar, el improvisado público se unió en una ovación que provocó la sonrisa del técnico. Todo un hallazgo fílmico para quien lo conoce.
https://youtu.be/j6Ax2t2iJZ8
El rosarino, cultor del bielsismo, un estilo que en Argentina se ha posicionado en medio de la grieta discusiva eterna que protagonizan sus colegas Carlos Bilardo y César Menotti, tomó las riendas del club francés el pasado 1 de julio, con un contrato por dos años. Es la segunda experiencia del loco en ese país. En 2014, dirigió 41 partidos en la banca del Olympique de Marsella, con una efectividad cercana al 50%.
Las imágenes se han difundido apenas unas horas antes del amistoso del Lille frente al Atalanta de Italia que terminó en derrota por la mínima diferencia. Fue la primera caída desde que el entrenador de 62 años dirige al equipo. Antes, ganó dos amistosos y empató otro. El plato fuerte será el sábado 6 de agosto, cuando el Lille debute en la Ligue 1 de Francia, ante el siempre candidato Nantes. Antes, jugarán otro partido preparatorio ante el Rennes. Habrá que ver si se repite el tango o si Bielsa apela a un ritmo un poco más alegre.