Bajo la atenta mirada de Neymar desde la tribuna -estaba suspendido-, el París Saint-Germain venció por 2-1 al Rennes en el ‘Trophée des Champions’, primer trofeo oficial de la temporada jugado en China y que contó con participación estelar de Kylian Mbappé y Ángel Di María. Aunque Hunou dio la sorpresa al inicio, ello no impidió que los parisinos cosecharan su séptima supercopa al hilo.
Hay que reconcer que el césped del Shenzhen no colaboró mucho con el espectáculo, pero aún así el PSG se las arregló para empezar a crear peligro. Su problema fue que se descuidó una vez y le cobraron. Tras un travesaño en ofensiva de Kehrer, el mismo central alemán se dejó anticipar de Hunou. Centro como con la mano de Bourigeaud y a guardarla en las piolas de Aréola con la rodilla. Parecía mentira.
No reculó un solo minuto el club parisino. Ander Herrera desde media distancia lo intentó un apr de veces, el herido Kehrer volvió a apelar al juego aéreo para igualar, Bernat y Meunier iban siempre por las bandas, Mbappé con sus carreras furiosas y Cavani intentando definir… pero nada. Hasta el descanso no hubo forma de romper el cerrojo del Rennes.
Al inicio de la segunda parte, extraña modificación de Julien Stéphan: se marchó el goleador Hunou e ingresó un lateral derecho. El echarse tanto atrás, al final, le pasó factura. Marquinhos y Ander Herrera combinaron por abajo y por arriba para dejársela servida a Mbappé, que no falló con la portería al frente. El ‘7’ inaugura la temporada con el primer gol oficial de los parisinos, quizá una señal de su compromiso con el club.
Continuó Tuchel mandando sus soldados a ofensiva. Redobló la apuesta: Ángel di María al campo en lugar de Ander Herrera. El argentino y su zurda avisó con un disparo cruzado que rozó el palo derecho de Koubak. Y a la segunda la puso dentro: tiro libre excelso que dejó sin palabras a Neymar en la tribuna. Remontada y campeonato para un PSG que se probó a sí mismo sin el crack brasileño y tuvo sensaciones positivas. Por si acaso se da su salida.
Fuente: sport.es