España en crisis. La selección femenina se coronó campeona del Mundo, la hazaña de la Roja pasó rápidamente a un segundo plano tras la polémica creada por Luis Rubiales con su beso en la boca a Jenni Hermoso. El presidente de la RFEF, suspendido provisionalmente por la FIFA, no tiene intención de dimitir.
A su pesar, Luis de la Fuente también está en el punto de mira de los españoles.
Su imagen quedó gravemente dañada ante la opinión pública tras el aplauso que recibió el pasado viernes cuando Rubiales dijo que no dimitiría. Ante esta escena, el técnico de La Roja tuvo que comunicarse para condenar el accionar de Luis Rubiales.
Actualmente, Luis De la Fuente se justificaría ante las asociaciones territoriales para evitar un despido, se habría puesto en contacto con al menos seis presidentes regionales antes de la reunión del lunes según información de Meana.
Para defenderse de los aplausos, habría dejado caer a los presidentes autonómicos «que pensaba que Luis Rubiales dimitía y que era una cuestión de apoyo al presidente que estaba en la Asamblea».
Según informa la Cadena Ser, Luis De la Fuente creería que está atrapado, «está muy tocado», se lee.
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