Cuando el Real Madrid fichó a Luka Jovic en el verano de 2019 por un importe de unos 63 millones de euros, Florentino Pérez pensó haber fichado a un «crack» y designó al sucesor de Karim Benzema, más cerca del final que del comienzo de su carrera.
Rápidamente, vieron las dificultades en la integración del exjugador del Frankfurt. A los 22, el trampolín se le hace difícil al serbio que solo tiene migajas y no convence en los terrenos de juegos.
Pasan las estaciones y siguen las decepciones. El año pasado, Jovic fue cedido al Frankfurt por seis meses. Una vuelta que estadísticamente le hace bien y le tranquiliza.
Esta temporada, el delantero del Real Madrid es un poco más efectivo, sin ser brillante. Pero es probable que el último partido ante el Bilbao dejó claro sobre los objetivos y los próximos pasos del Real Madrid en este tema.
Sin Benzema, lesionado, Carlo Ancelotti decidió prescindir de Luka Jovic, que ni siquiera entró en juego, un partido que puede ser un punto de inflexión para su futuro, según explicó el medio informativo “El Bernabéu”.
Este invierno, el Real Madrid decidió quedarse con él, apostando principalmente por su buen partido ante la Real Sociedad. Pero dada la situación actual, Luka Jovic sabría muy bien que su futuro está escrito en otro lugar que no sea la capital española.
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