Como suele ocurrir desde el inicio de la temporada, Ousmane Dembélé (26 años, 8 partidos en todas las competiciones esta temporada) se mostró inquieto pero ineficaz en la zona de la verdad con el Paris Saint-Germain ante el Newcastle (1-4) el miércoles, en la Liga de Campeones.
Preguntado por la inoperancia del extremo este jueves, en rueda de prensa, Didier Deschamps salió en su defensa.
«Si tomamos el ejemplo del partido de ayer, entre su volea con la zurda y su disparo al área, son dos buenos gestos. Se juega a unos centímetros de distancia. Puede suceder que tenga un poco menos de precisión en el tiro, en el último gesto o en el área. Si consiguiera concretar todo lo que hace con goles, cobraría un poquito más de valor. No le quito, y él lo sabe bien, esa capacidad de desestabilizar al rival. Evidentemente, eso requiere esfuerzo. Son sprints en los que la emoción va en aumento. Tener lucidez y precisión técnica después de un esfuerzo es un poco más difícil. Pero él sabe muy bien que tiene margen de mejora en este aspecto», explicó el técnico de la selección de Francia.
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