La eliminatoria se fue sin goles al Camp Nou tras un partido con más de 25 ocasiones de gol para el Barcelona, que sufrió más en la primera mitad y que perdonó al equipo de Bruno Génésio en la segunda.
El inicio del partido OL Stadium fue una delicia para el aficionado. Ritmo altísimo, mentalidad ofensiva en ambos equipos y ocasiones desde el minuto 1. Ousmane Dembélé fue el primero en probar suerte, respondió Memphis Depay con un disparo seco marca de la casa y Martin Terrier puso el gol en la garganta de toda la afición del Lyon con un zapatazo de Ter Stegen logró mandar al larguero en una intervención espectacular del portero alemán.
Superado el minuto 20, Dembélé volvió a desbordar para probar a Anthony Lopes. El luso respondió con éxito y el partido entró en una fase más tranquila, con dominio en la posesión del Barça pero sin ocasiones francas para deshacer el empate. En la recta final del primer tiempo el equipo de Valverde volvió a apretar, y Dembélé y Busquets tuvieron buenas oportunidades de adelantar a los catalanes en un par de disparos lejanos.
El segundo acto arrancó con un Lyon más voluntarioso y con un Memphis especialmente motivado. El holandés aparecía por todo el frente ofensivo del OL y en sus botas tuvo la primera gran ocasión de la reanudación. Sin embargo, el paso de los minutos se fue traduciendo en un mayor peso del Barça en el partido y una mayor presencia de Messi y Luis Suárez con el balón. Ambos tuvieron buenas ocasiones para desnivelar desde el interior del área pero el choque entró en su cuarto de hora final sin goles.
Fue un tramo de asedio azulgrana. El balón volaba sobre el área de Lopes, y las ocasiones se sucedían para el conjunto catalán, mucho más cómodo ante un OL visiblemente cansado. Pero el portero portugués demostró estar a un gran nivel y sacó todo lo que le tiraron para mandar la eliminatoria 0-0 a Barcelona.
Fuente: uefa.com