El Madrid, otro verdugo español para un técnico que tenía la ‘obligación’ de ganar la Champions. Ya salió muy tocado de la remontada del Barça hace un año.
El PSG se queda otro año más en octavos. En el caso de Unai Emery, por segundo año consecutivo. La campaña pasada cayó en manos del Barcelona, cuando lo tenía todo a favor tras el 4-0 de la ida, y este lo ha hecho con el campeón de Europa, un Real Madrid que le derrotó tanto en la ida como en la vuelta.
El club ha llegado a alcanzar los cuartos de final desde que cayó en manos del gobierno de Qatar, pero lo hizo con Laurent Blanc en el banquillo por última vez. Las dos últimas veces no ha conseguido meterse entre los ocho mejores de Europa, algo que se exige al equipo que más ha gastado del Viejo Continente.
El caso es que ahora a Emery le queda salvar la temporada ganando la Ligue1. Lleva una suculenta ventaja y hasta puede formar un triplete si levanta la Copa de Francia y la Copa de la Liga, pero es más que probable que no le baste para seguir. Además, ni siquiera la protege un contrato porque lo termina en junio, y hace pocos días el director deportivo Henrique Antero, en una entrevista a L’Équipe, aseguraba que ambas partes habían quedado en hablar al final de temporada.
Lo que habrá que ver es si este nuevo golpe afecta sólo a Emery o a alguien más en la secretaría técnica. Nasser al Khelaifi intentará dar otra vuelta al proyecto. A Emery la remontada del año pasado en el Camp Nou ya le dejó tocado por la forma en la que echó el equipo atrás. Y esta eliminatoria le ha podido rematar. En el club ven que en la ida el equipo tuvo la opción de dar un paso al frete con el 1-1 y un Madrid tocado, y en lugar de eso se echó atrás, con el cambio de Cavani, un delantero, por Meunier, un defensa, que todavía escuece.
Y en el club constataron ayer que los jugadores tampoco dieron muestras en ningún momento de que podían remontar al Madrid. Y creen que esa es en parte también labor del entrenador, pero no hubo la respuesta esperada para que el PSG levantara el 3-1 de la ida.
Fuente: marca.com