Envuelto en una polémica por haber besado en la boca a la jugadora Jennifer Hermoso tras la victoria de España contra Inglaterra (1-0) en la final del Mundial femenino, Luis Rubiales puede contar con un apoyo poco común. El director Woody Allen acudió en ayuda del presidente de la federación española de fútbol.
«Es difícil imaginar que una persona pueda perder su trabajo por un beso en público», lanzó el guionista estadounidense para El Mundo al margen de la presentación de la película número 50 de su carrera, ‘Coup de chance’. ella, fue sólo un beso con un amigo. ¿Qué hay de malo en eso?
En las últimas horas, muchas figuras de La Roja, como Iker Casillas o David De Gea, se han pronunciado para presionar a Rubiales, llamado a dimitir.
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